El descenso de los estrógenos contribuye a alterar la actividad neuronal en el hipotalamo.1,2
Los síntomas vasomotores (SVM), también conocidos como sofocos y sudoración nocturna, no son causados únicamente por el descenso de los estrógenos. Los SVM se producen por la alteración en la actividad de las neuronas KNDy (kisspeptina, neuroquinina B [NKB] y dinorfina) en el centro termorregulador del hipotálamo.2-4
Los estrógenos y la NKB modulan las neuronas KNDy en un delicado equilibrio, contribuyendo a la regulación de la temperatura corporal. Las neuronas KNDy son estimuladas por NKB e inhibidas por los estrógenos.2,5,6
Durante la transición a la menopausia, los estrógenos disminuyen rompiendo el equilibrio con la NKB.2,5,7
Sin oposición, la vía de señalización de la NKB provoca un aumento de la actividad neuronal de las neuronas KNDy, lo que conduce a su hipertrofia y a la alteración de la actividad del centro termorregulador.2,5,7
Como consecuencia, el centro termorregulador desencadena mecanismos de disipación del calor que se traducen en cascada en sofocos y sudoración nocturna (SVM).2,5,7
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Referencias: